Bartleby, un hombre discreto y apocado, es contratado por un abogado para trabajar
como copista judicial. Pronto descubrirá que la actitud de Bartleby es extraña y
sorprendente. Con serenidad y educación se niega a realizar las tareas que le
encomiendan: "Preferiría no hacerlo", esa es su respuesta.
Bartleby ha perdido toda motivación y apetencia hacia la vida, no hay nada que desee
hacer. Afronta los días impasible, aletargado, en silencio. El abogado, que se debate
entre la compasión y la irritación, busca una respuesta al porqué de su comportamiento.
¿Cuál será el misterio de su mísera existencia? Melville escribe un cuento brillante
sobre el vacío existencial.