No abras los ojos

Tras resolver el caso del asesino de los números, “(…) vuelve para enfrentarse al caso más difícil de su carrera (…) aunque es su intención retirarse definitivamente junto a su esposa Madeleine, un nuevo caso se le presenta de forma imprevista. Una novia es asesinada de manera brutal durante el banquete de bodas, con cientos de invitados en el jardín y ese es un reto al que es imposible resistirse. Todas las pistas apuntan a un misterioso y perturbado jardinero llamado Héctor Flores, pero nada encaja: ni el móvil, ni la situación del arma homicida y, sobre todo, el cruel modus operandi.

Dejando de lado lo obvio, Gurney empieza a unir los puntos que le descubrirán una compleja red de negocios siniestros y tramas ocultas llevadas por un sádico...”

Dave Gurney es (junto a Riley Paige y Ari Thór) de lo mejor que he descubierto en cuanto a detectives en años recientes; Dave tiene una mente muy poderosa (equiparable a Lincoln Rhyme), y es lo que más me gusta de él, necesita los enigmas, necesita descubrir las inconsistencias para armar los rompecabezas, y entre más enredado parece el caso, es aún más llamativo para él.

La historia es lenta, mucho muy lenta, se toma mucho tiempo para engancharte definitivamente, cuando lo logra, no te suelta, eso se lo concedo, pero el final me ha dejado con un sinsabor de boca, no me parece el caso más difícil de su carrera, es más bien el caso que necesitaba para abrazar su naturaleza. En el libro anterior, mencioné mi admiración a su matrimonio con Madeleine, durante la lectura me causo frustración, enojo y decepción, pero ya con la cabeza fría, es parte de la magia de los libros, es bastante verosímil que se llegue a ese conflicto, algo que es sumamente acertado, su matrimonio es excepcional.

Es un thriller con un lenguaje sencillo, denso por partes, pero ágil cuando te engancha, es abundante en sus diálogos y suficiente en sus descripciones, John hace algo muy bien, y es delinear a sus personajes, con sus matices y su psicología, pero me ha quedado a deber en el villano, no porque sea malo, sino porque como Madeleine, hice una expectativa que no concordaba con la realidad, eso sí, todo lo que hay debajo del caso es sumamente cruel y pervertido, pensar que algo como eso exista deja a los trastornos psicológicos como el menor de los problemas, que cosa tan horrorosa.

Decepción total, demasiado repetitivo para que el final fuera el que fue🥴

Todo iba bien hasta que llegó el final, como que no supo amarrar las historias