El arte de ser feliz es una pequeña joya literaria y un valioso libro de cabecera, que reúne cincuenta reglas para la vida que cualquier persona puede aplicar. Arthur Schopenhauer solía dedicarse a la redacción de pequeños tratados como este, a los que concebía como textos para su uso práctico personal. Gracias a la intensa dedicación a los clásicos griegos y latinos, a los grandes filósofos de todos los tiempos -a los que leía como magistri vitae - y al estudio de la sabiduría india, Schopenhauer llegó a apreciar la filosofía no solo como saber teorético, sino también como forma de vida y ejercicios mental; no solo como conocimiento puro y separado del mundo, sino también como enseñanza práctica y sabiduría para la vida.