Un guía turístico de Chichen Itzá da una conferencia sobre la teoría maya del fin del mundo para impresionar a una mujer y de paso todo en lo que ha creído. Tras una caminata iniciática por la ciudad, una niña empieza a sospechar que su papá convive con una familia alternativa. Un hombre que se dedica a la estadística tiene un tórrido romance con una desconocida que miente cuando está excitada. Personajes que delatan su clandestinidad estando en su propio país, que miran hundirse el terruño desde la cómoda nostalgia del exilio, que cruzan una y otra vez sus fronteras sólo para mirar con ojos frescos el derrumbe de siempre. Los cuentos de Apocalipsis (todo incluido) avanzan con soltura por caminos cuesta arriba: dudosas herencias familiares, arrestos que derivan en partidos de futbol llanero, amigos de toda la vida que funcionan como el mejor de los enemigos; pero también remontan corrientes traicioneras: la necesidad de reinventarse en medio de cada crisis, de sobrevivir a las batallas que se pierden por goliza. Con precisión y enorme sentido del humor, Villoro retrata a ciudadanos empeñados en ignorar su desgracia, ya sea por sobrevivencia o por deporte, pero también porque esperan que cuando el mundo se resquebraje en mil pedazos, les toque algo mejor.