Lo primero que pensé al terminar el primer capítulo, fue que su tono conversacional me hacía eco de muchas maneras. Ahora que lo termino estoy convencida de la falta que me hacía un texto así, honesto, íntimo, pero al mismo tiempo reflexivo y un tanto denso.
No es para todo público, de menos hay que ser una lectora curiosa, con ganas de saber sobre poesía desde una perspectiva distinta.
Me gustó pero definitivamente tuve que escucharlo pausadamente. Pensé que por cortito podría escucharlo de jalón mientras hacía otras cosas, pero no, cada capítulo aunque corto requirió lo más que pudiera de mí atención y además escuchaba solo un pequeño porcentaje por día para digerirlo. Como he leído en otras reseñas, al menos es importante tener mucha curiosidad por conocer las motivaciones tras la lectura y sobre todo la poesía y tener disposición de escuchar una perspectiva personal y siento que un poco académica también. Creo que voy a leerlo físicamente y escucharlo de nuevo para poder tener una mejor opinión. Eso sí, independientemente de todo, invita demasiado a la relectura justamente porque te ayuda a pensar en tus propias motivaciones para apreciar la literatura y el arte en general, eso es un acierto interesante.
Un gran texto sobre la literatura, la poesía y las fronteras que construye y derriba entre las personas. Es entrañable y sabio.
Aunque fue muy ameno de escuchar por su tono, creo que no lo procesé del todo. Tal vez, al leerlo en físico, termine de entenderlo.
No podría decir que me gustó, pero mas allá de eso es un buen libro y una gran invitación para abrirse a la poesía, sobre todo para las personas que no saben por dónde entrarle, les da curiosidad o también quieren saber "qué es poesía". Lo que me agradó mucho fueron las citas (todas bien seleccionadas), pero me resultó un poco molestoso cierto academicismo (aunque no esté en la mayoría del libro).
Cada línea llena de profundidad como se caracteriza la pluma de Astrid para adentrarnos a identificar nuestras fronteras, lleva al lector a cuestionarse sobre lo que significa construir intimidad e identificar incomodidades y la forma en que las transitamos, qué hacer con ellas, una invitación para profundizar a vivir cada experiencia e identificar que en el lugar donde nos situemos “Mi casa está donde el corazón manda”.
He disfrutado mucho de escuchar este libro y quisiera ser rica para regalárselo a mucha gente a la que le caería bien este viaje al interior, esta búsqueda
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