Este libro narra la historia de la pérdida y la renuncia más grandes: las de una persona que se abandona al vacío. Ana Solís es una mujer joven, atractiva y exitosa. También es una mujer liberada, que vive a su aire y que no se comporta como una chica tradicional: tiene amantes, su propia empresa, voluntad, dinero y una personalidad fuerte, obsesiva. Pero un día conoce a Héctor Lucero, un fotógrafo famoso y extraño, que encuentra la grieta que hay en ella, una que proviene del pasado. Ambos inician una relación caótica, intensa, desesperante, de una violencia profunda y sutil. A partir de eso, y desde su primer encuentro, la vida de Ana comienza a resquebrajarse y ella se convierte en la desbandada de sí misma, entregándose a su verdugo. Julieta García González explora los hondos resortes del deseo y la voluntad y del poder que tienen para impulsarnos o precipitarnos. Ahí está Ana. La amistad, la familia, los afectos, la memoria misma podrían ser asideros, refugios al vendaval de su abandono. O no. Quizá sólo hagan aún más estridente el silencio de la renuncia.