Los grupos evangélicos tuvieron en los últimos años un crecimiento exponencial en todo el continente americano y lograron consolidarse como una nueva fuerza política y social. Entre sus miembros hay presidentes, ministros y ministras, diputados y diputadas, asesores y asesoras que ocupan puestos clave en los gobiernos de la región. Son dueños de grandes medios de comunicación, tienen una fuerte base territorial entre los sectores populares y obtienen muchos recursos del Estado, por eso, sus líderes son muy requeridos por aquellos políticos que tienen ambiciones de poder. Gobiernos con rasgos autoritarios en toda América, como el de Donald Trump, en Estados Unidos; Jair Bolsonaro, en Brasil; Jeanine Áñez, en Bolivia; Nicolás Maduro, en Venezuela, o Daniel Ortega, en Nicaragua, establecieron alianzas con los evangélicos para consolidar el poder. En Argentina, se declaran a favor de la "familia y los valores", se movilizan en contra de la legalización del aborto y hacen acuerdos con los grupos de derecha. Pero ¿quiénes son los evangélicos?, ¿en qué medida colaboran para la expansión de las fuerzas políticas autoritarias?, ¿cómo es que establecen alianzas con gobiernos tanto de derecha como de izquierda?