Editorial Tránsito

  • Armando El Guatequehar citeretfor 2 år siden
    Hay madres que escriben en foros online que, desde que son madres, son más fuertes, más poderosas, imbatibles leonas, puro rugido, pura zarpa. Yo, en cambio, nunca me he sentido más débil. Ahora es muy fácil atacarme, hundirme, hacerme explotar. Llevo una diana pintada en la frente. Cualquiera puede saber por dónde atacar. ¿De qué hablan esas madres de internet? No tengo ni idea. Igual que ellas, yo también siento el mandato imperioso de defender a mi cría: y si debo rugir, rugiré; y si debo usar las zarpas, desde luego que las usaré. Pero también me sé impotente, más impotente que nunca, pues de poco sirven las zarpas, los rugidos, si llega el accidente de coche, el secuestro en el parque, el incendio en la guardería, la leucemia, el estreptococo. Más perdida que nunca, en realidad; más débil que nunca, con mi cachorrito al lado
  • German Romohar citeretsidste år
    Es importante tener un cómplice. No es indispensable, pero parece buena idea contar con alguien que también provenga de aquel lugar. Ojos que conocieron la misma guerra, que perdieron la misma patria.
  • Valenttina Ebolihar citeretsidste år
    Los que crecimos anticipando el desastre inminente aprendimos a identificar a los árboles de raíces firmes, y nos aferramos a ellos como si en sus ramas pudiéramos fundar nuestro nuevo hogar.
  • Valenttina Ebolihar citeretsidste år
    ella emitía juicios sobre casi todo, como quien sabe de lo que habla. La mayoría de las veces resultaban atinados o por lo menos interesantes. La pizza sabe mejor fría. La gente que creció con sus abuelos es más noble.

    Nunca le pregunté, sin embargo, cuál era su opinión sobre mí.

    Opinión: juicio, idea, observación. Opinar sobre algo es apropiárselo.
  • Cintia Del riohar citeretfor 7 måneder siden
    ¿Avanzar significa construir? ¿Avanzar significa amar? ¿Avanzar significa olvidar?
  • Armando El Guatequehar citeretfor 2 år siden
    Se habla mucho del cansancio que trae consigo la maternidad, de no poder dormir, de las ojeras. Sin embargo, apenas se mencionan las horas de aburrimiento que llenan la vida de una madre. Me refiero a esa sucesión de días grises y amorfos en los que dar la teta, cambiar pañales, intentar dormir al bebé que llora y comprobar si respira una vez que se ha dormido ocupan tu vida hasta asfixiarla, mientras el tiempo discurre por los cauces normales para el resto de la humanidad
  • Armando El Guatequehar citeretfor 2 år siden
    ¿Y con Niclas, qué tal?, me pregunta. ¿Seguís conectando en la cama? No sé qué le ha hecho pensar a mi madre que alguna vez estuvimos «conectados en la cama». Resulta algo pretencioso por su parte decir algo así. Pero madre, por favor, ¿acaso no recuerdas lo que es tener un niño pequeño en casa? No, no lo recuerda. Le comento, como si fuera un chiste, que más que vida sexual lo que ahora tenemos es una anécdota sexual.
  • Armando El Guatequehar citeretfor 2 år siden
    Esa responsabilidad, esa carga que se resiste a abandonarme porque, en algún momento, varias veces, quise ponerme en su lugar. Yo he sido esas manos. Manos que ahogan niños. Las manos de la madre. Las que no tuvieron compasión. En algún momento, varias veces, llegué a entender lo que hicieron o di a entender que lo entendía o dejé entrever que quizá podría llegar a entenderlo (¿para qué tantas vueltas, si no me guiaba el ansia de encontrar una salida?), y lo que es peor, quise llevarte a ti también conmigo a ese territorio embarrado.
    Después volvía, claro, siempre vuelvo a este lado del mundo, el territorio limpio del amor y las palabras amables, al mundo de las madres que regalan billetes de avión sin esperar nada a cambio, al universo de las madres que cantan siete veces la canción de los siete cabritillos para dormir al niño, a las noches de las madres que recuperan sesiones medio sucias y medio satisfactorias con maridos surfistas, y a ratos se escriben mensajes clandestinos y sin embargo inocentes con periodistas morenos. He vuelto, sí, pero sin ser quizá la misma; esperando, desde luego, que tú no seas la misma, que en ese oscuro y compacto compartimento estés tan embarrada como yo. He ahí mi responsabilidad, mi poder, mi culpa
  • Rebeca Jared Medina Gonzálezhar citeretfor 2 år siden
    Esa misma noche, cuando todos se acostaron, salí de casa. La playa estaba solitaria y oscura. Me tendí en la arena.

    Sollocé inconsolable por lo que se me moría, antes de vivirlo. Sin saberlo, creyendo que lloraba por mí, en realidad lloraba por los dos más agrios dolores del hombre: el amor y el adiós.

    No lloraba por mi, por ti.. sin saberlo, lloraba por los más agrios dolores del hombre: el amor y el adiós.

  • Ana Osoriohar citeretfor 12 dage siden
    por no haber logrado reponerse de sí misma.
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