David A. Sousa

El concepto de aula invertida existe desde hace muchos años, pero se aplicaba con poca frecuencia y sin llamar demasiado la atención. No ha sido hasta una etapa muy reciente cuando su uso se ha ido generalizando abiertamente. Básicamente, se trata de que los alumnos intercambien el tiempo lectivo por tiempo dedicado a hacer deberes. Fuera del centro educativo, los alumnos se inician en un nuevo tema del programa de estudios, por ejemplo mediante una conferencia grabada en vídeo, podcast, visitas a páginas web o mediante la consulta de un libro, y entonces, gracias a los debates virtuales, se comunican con sus docentes o con los otros alumnos.

Según una encuesta virtual a 2358 docentes realizada en febrero de 2014 por la Flipped Learning Network (FLN) (Red de Aprendizaje Invertido), un 30 % más de docentes desde Educación Preescolar hasta Bachillerato han adoptado este método de enseñanza desde 20121. Los docentes utilizaban el método del aprendizaje invertido en casi todas las materias y alrededor de un 75 % de los directores de centros apoyaban estas iniciativas. A pesar de que son los docentes de Secundaria y Bachillerato los que más utilizan el aprendizaje invertido, según la encuesta lo utilizan un 15 % de los maestros de Primaria. Un 80 % de los docentes han estado invirtiendo sus aulas desde hace menos de dos años

Ya hemos constatado que las aplicaciones educativas sobre los dispositivos electrónicos y los videojuegos pueden mejorar el pensamiento del alumno. Los juegos han ido enseñando al cerebro reconectado a esperar nuevos retos de aprendizaje, así como a pensar en las decisiones al resolver problemas

Zoom. Este juego tradicional desarrolla la colaboración creativa y las habilidades de comunicación. Diga a los estudiantes que formen un círculo y deles a cada uno de ellos una imagen única de un objeto, animal o cosa. El primer alumno inicia una narración qu

La hipótesis del peor de los casos. Suponga una situación en la cual los alumnos necesitan trabajar y resolver problemas en común para alcanzar el éxito, como, por ejemplo, encontrarse varados en una isla desierta o perdidos en el mar. Pídales que trabajen juntos para encontrar una solución que asegure a todos su regreso a casa sanos y salvos. Sugiera que hagan una lista de los diez objetos que les resultarán de mayor ayuda. A pesar de que pueden votar por posibles soluciones, todos han de ponerse de acuerdo en cuanto a cuál es la definitiva. Esta actividad se puede desarrollar tanto con toda la clase como en pequeños grupos.

Ajústese a lo real. Este concepto abierto es simple y establece la continuidad hacia el aprendizaje basado en problemas mediante situaciones del mundo real. Pida a sus alumnos que identifiquen y resuelvan en conjunto un problema real dentro de su centro educativo o comunidad

No solo es preocupante el impacto potencial de lo que ocurre con el desarrollo del lenguaje infantil cuando los niños se implican con los nuevos medios, también lo es lo que no están haciendo, como interactuar con personas reales. Los humanos aprendieron muy pronto —al surgir como especie— que el trabajo en grupo, en lugar de individual, aumentaba las probabilidades de supervivencia

La construcción del cerebro social

Las áreas cerebrales que procesan información que implica una interacción social contienen células especializadas llamadas neuronas especulares o neuronas de Von Economo. A pesar de que sus funciones exactas no se conocen completamente, muchos neurocientíficos cognitivos consideran que esta cantidad de neuronas espejo o especulares imitan o copian el comportamiento de otras

Algunos estudios científicos sugieren que las neuronas especulares nos permiten evaluar las intenciones tras las acciones de una persona. De ser así, constituyen un importante componente de los sistemas cerebrales que nos ayuda a responder socialmente y a ser productivos. Las neuronas especulares podrían incluso constituir la base formal de nuestros sentimientos de empatía, pero hasta la fecha hay muy poca evidencia investigadora que confirme dicha aseveración

Las neuronas especulares se activan tanto cuando un individuo realiza una acción como cuando el individuo observa a una persona que realiza la misma acción