Las personas con alta sensibilidad perciben su entorno, a las demás personas y sus sentimientos a través de antenas extremadamente sensibles, que detectan el estado de ánimo de los demás con la misma claridad que las sensaciones presentes en la naturaleza o la atmósfera de una determinada pieza musical.
Anna puede describir con precisión el estado emocional de su pareja en un momento concreto, muchas veces incluso antes de que él mismo sea consciente de sus emociones. Recuerda visitas a casa de otras personas en las que nada más cruzar la puerta notaba de qué humor estaban los anfitriones, si la atmósfera era de armonía y afecto o si por el contrario, aunque aparentemente estuvieran bien, se sentían agobiados o había tensión entre ellos.