Hay tantas formas de hacer las cosas como individuos hay en la Tierra, pero debe de tranquilizarlo pensar que él sí sabe hacerlas. Bueno, el caso es que le solté la mano, ¿cuánto tiempo? ¿Un minuto? ¿Dos quizá? Cuando me incorporé ya no estaba
Dianela Villicaña Denahar citeretsidste år
En vez de eso, en esta tierra de desolación que rezuma desventura, voy a aumentar su dolor, a poner en el cuadro mi toque personal. Cabe creer que no puedo evitarlo
Dianela Villicaña Denahar citeretsidste år
Si había sobrevivido a su primer invierno aquí es que la naturaleza no lo rechazaba. A lo mejor, de algún modo, lo toleraba.
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