ellas resultan sujetos privilegiados por su condición de intersección y de frontera en muchos aspectos: están en el pasado pero también en la actualidad; forman parte de diversos sectores sociales y con distintas ideologías; son receptoras pero también reproductoras de valores sociales y de representaciones culturales; están en la vida pública pero también en la privada, muy cerca del poder pero también en la familia, aquélla la instancia más elevada de la sociedad, ésta, su institución básica, y conservan la tradición pero también cumplen con las exigencias del día.