El afrofuturismo puede ser una etiqueta, un subgénero o una corriente. Aquí, si me permitís, y en aras de no irme por las ramas, vamos a llamarlo «subgénero» de la ciencia ficción, como lo es la space opera o la distopía, para que nos entendamos. Este término surgió en 1994 de la mano de Mark Dery, un crítico cultural que analizó una tendencia que se dio durante los años ochenta y noventa, común entre estudiantes y artistas negros que empleaban la ciencia y la tecnología para explicar el arte y los cambios sociales de esa época (Womack, 2013).