Nacemos incrustados en unas circunstancias que actúan con nosotros igual que las leyes de la termodinámica con los objetos: a veces nos frenan y otras nos impulsan. Nacemos en el entramado de un sistema que se hace a base de empujones, un puzle vivo donde cada pieza modifica las de al lado y es modificada por ellas. La reacción a las piezas que nos rodean no es que sea voluntaria, es que es obligatoria, porque hasta la no reacción es ya una reacción. Vivir es negociar con tu entorno.