No creemos que las cosas que tienen un valor sentimental sean perjudiciales o malas, o que aferrarse a ellas esté mal. No, lo que creemos es que la naturaleza maligna de los objetos sentimentales es algo mucho más sutil. Si quieres deshacerte de un objeto pero la única razón por la que te aferras a él es por motivos sentimentales (si ese objeto te pesa, si es un ancla), a lo mejor es que ha llegado el momento de deshacerte de él, a lo mejor es que ha llegado el momento de liberarte de su peso. Pero eso no significa que debas deshacerte de todo.