Es posible que ni siquiera sepamos qué palabras o acciones han envenenado una relación, pero tenemos el antídoto: la compasión consciente y la comunicación bondadosa. El amor, el respeto y la amistad necesitan sustento para sobrevivir. Gracias a la conciencia plena podemos producir pensamientos, mantener conversaciones y realizar acciones que alimentarán nuestras relaciones, y las ayudarán a crecer y prosperar.