Sara Bertrand

  • Berenice Torreshar citeretsidste år
    Los pedazos con los que reconstruimos nuestra memoria marcan la diferencia entre las versiones que contamos.
  • Berenice Torreshar citeretsidste år
    Aguardas mientras todo se desborda dentro tuyo y, de pronto, el adentro es un mundo insondable si lo comparas con afuera.
  • Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Mi madre comenzó a perder la memoria un día cualquiera. Y digo cualquiera porque no importó cuándo, de hecho, no importó nada
  • Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Los pedazos con los que reconstruimos nuestra memoria marcan la diferencia entre las versiones que contamos. Y mi madre, al torcerle la mano a su memoria, decidió tener una segunda oportunidad. La oportunidad de darle la espalda a la nostalgia
  • Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Era necesario conservar el orden y respeto. Orden y respeto. Dos palabras dichas lentamente: orden y respeto. Dos erres demasiado juntas para no sonar como los tambores y cornetas que animaban los desfiles.
  • Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Recuerdo a mi abuela con su pelo blanco convertido en un tomate sobre la nuca, llevando del brazo, como si quisiera acunarlos, a Baudelaire, a Dostoyevski, a Simone de Beauvoir. Nosotros también tuvimos que ayudar cargando enciclopedias y otros mamotretos que pesaban una tonelada y tenían miles de palabras escritas y, aunque sentimos curiosidad por conocer el peligro que escondían, jamás los volvimos a ver
  • Marcia Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Eso era extraño. Como si nunca tuviera la misma cara, como si siempre pudiese ser otro, el desierto. Algo
  • Marcia Ramoshar citeretsidste år
    Sentíamos sus voces viniendo de lejos. Camilo puso una mano cerca de la mía, lentamente, todo fue el roce de esas manos. Nuestros cuerpos, nuestras mentes en ese espacio mínimo. Estábamos entumidos y, sin embargo, algo semejante al calor nos sonrojó las mejillas. No nos atrevíamos a mirar a nadie, seguíamos con la vista puesta en el suelo, en nuestros calcetines de lana tejidos por la abuela. En nuestros chales. La mano de Camilo se instaló arriba de la mía. Su
  • Marcia Ramoshar citeretsidste år
    Un primo de nuestros padres había desaparecido durante los primeros cien días de la llegada del régimen. Los días negros, la época oscura. Ellos nunca nos contaron nada, la historia la supimos por otros.
  • Marcia Ramoshar citeretsidste år
    veces me descubro sacando fotos, feliz. Como si esa máquina pudiese interpretar mejor la imagen que quiero captar. El recuerdo que quiero fijar. Una imagen que sea reflejo de lo que veo, mi intervención en la realidad. Mi forma de percibirla. Acto seguido, como una voz o la conciencia de ese anhelo —no lo sé —, la frustración de saber que no es posible. Cualquier imagen está más allá. Y pienso que en esa búsqueda está la arrogancia de reclamar como propio algo que pertenece a un instante. Como en la escritura, un ejercicio que reclama un momento. Un relato como reflejo de esa mirada, de esa foto. Así como las palabras, que reconocen espacios y sugieren formas de ver el mundo, los recuerdos
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