Juan Villoro

No he querido construir cuentos sino buscarlos en la vida

nada es tan humano como sucumbir a una debilidad

El día de todas las almasde Cees Nooteboom

pasas envueltas en jamón serrano

Ante sus numerosas frustraciones, el hombre moverá los dedos como camarón contra la corriente o frotará sus llaves con furor braille. Despojado del control remoto, buscará cambiarle de canal a la vida. No es un mal principio.

«Es la astenia», continuó Philippe, «en Francia es muy común; llega con la primavera y sientes que nada tiene sentido, aparte de dormir y comer azúcar

Hacer literatura significaba imaginar un destino para lo que desaparece.

En forma intuitiva entendí que la rebeldía del rock se oponía a un sistema generacional, que incluía a mi padre, y a un sistema político, tanto al de México como al de Estados Unidos

Hay algo que me fascina en las novelas, sobre todo Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño, que sé que fue amigo tuyo: su impostura. Es una novela mexicana, acaso la mejor novela mexicana de fines del siglo XX, escrita por un chileno. Es decir, no se necesita ser mexicano para escribir una novela mexicana. La idea es asombrosa. De igual manera, «El gaucho insufrible» es un cuento argentino de primerísima. Pero Bolaño no era argentino

La literatura, por otro lado, dura precisamente porque vive en la palabra, es decir, en la imaginación