Se podría decir lo mismo de Terry si cupiera calificar de ideales sus opiniones sobre las mujeres. Siempre me ha gustado Terry. Era un hombre de cuerpo entero, generoso, valiente e inteligente. Pero no creo que en los años de la facultad ninguno de nosotros viese con buenos ojos que anduviera cerca de nuestras hermanas. No es que fuéramos muy estrictos. En absoluto. Pero Terry era demasiado. Más tarde…, bueno, desde luego, cada cual hace lo que quiere y no hay que preguntar lo que no corresponde.
Pero, con la imaginable excepción de una no imposible esposa o de su madre o, por supuesto, de los parientes femeninos de sus amigos, la idea de Terry parecía ser que cualquier mujer bonita era pieza de caza, quedando fuera las menos atractivas.
A veces no era agradable escuchar sus ideas.
Pero tampoco era aceptable la posición de Jeff. Tenía una idea color rosa de las mujeres. Por mi parte, estaba en una posición intermedia y acostumbraba a razonar sabiamente acerca de las limitaciones psicológicas del sexo.
Ninguno de nosotros estábamos muy adelantados en la cuestión femenina.