No puedo escribir su nombre sin que me arda la mano ni pensar en su cuerpo sin arrepentimiento. Quisiera que no fuera así y decir que todo pasó por algo, que tal vez esa historia hacía parte de mí ser/esencia/voz que te habla desde siempre, pero es falso. No soy capaz de hablar de las múltiples maneras en las que me rompió para siempre. No soy capaz de explicar cómo después de ella me costó trabajo entender que el amor no necesariamente es el primer amor. Que enamorarse es y será siempre eso que me pasó a su lado, pero que amar es mejor.