Federico Gamboa

  • Debora Salamancahar citeretsidste år
    Santa es una virgen mancillada, seducida y abandonada por el alférez.
  • Debora Salamancahar citeretsidste år
    El mal triunfa sobre el bien durante gran parte del espacio de la novela, pero se invierte al final, pues con el continuo y profundo sufrimiento físico y moral en el descenso de su degradación, Santa terminará expiando sus pecados en el ámbito religioso: el sufrimiento es bueno para el alma. La moral propia del melodrama pide que se restablezca el orden al término del texto para que el lector duerma consolado.
  • Debora Salamancahar citeretsidste år
    El pianista es ciego, feo hasta la repulsión; fue abandonado por la madre, y se enamora de una prostituta que no le corresponde; en otras palabras, parecería ser digno de compasión.
  • Debora Salamancahar citeretsidste år
    La historia de Santa es la versión porfiriana y santurrona de lo que les puede suceder a las chicas que aceptan los asedios y las presiones de los seductores antes del matrimonio.
  • Itzelhar citeretsidste år
    No lo digas a nadie —se burlarían y se horrorizarían de mí—, pero ¡imagínate!, en la Inspección de Sanidad, fui un número; en el prostíbulo, un trasto de alquiler; en la calle, un animal rabioso, al que cualquiera perseguía; y en todas partes, una desgraciada.
  • Itzelhar citeretsidste år
    Cuando reí, me riñeron; cuando lloré, no creyeron en mis lágrimas; y cuando amé ¡las dos únicas veces que amé!, me aterrorizaron en la una y me vilipendiaron en la otra. Cuando cansada de padecer, me rebelé, me encarcelaron; cuando enfermé, no se dolieron de mí, y ni en la muerte hallé descanso: unos señores médicos despedazaron mi cuerpo, sin aliviarlo, mi pobre cuerpo magullado y marchito por la concupiscencia bestial de toda una metrópoli viciosa…
  • Itzelhar citeretsidste år
    se asió la falda de seda y se adelantó a la salida, guiada por un deseo meramente animal e irreflexivo de correr y correr hasta donde el aliento le alcanzara, y hasta donde, en cambio, el daño que se le antojaba inminente no pudiera alcanzarla
  • Itzelhar citeretsidste år
    soltóse el camisón y, devotamente, se sacó un viejo escapulario que ya no podría llevar más, que tenía que ocultar ¡pobre trapo desteñido y roto como su pureza, testigo íntimo de sus épocas de dicha, guardián de reliquias que no habían sabido protegerla
  • Itzelhar citeretsidste år
    ¿Acaso te fijas en cómo crecen las flores? ¿Acaso las palpas para cerciorarte de que hoy están más lozanas que ayer y mañana más que hoy?… Pues haz como ellas, crece y hermoséate sin advertirlo, perfuma sin saberlo, y a fin de no perder tu hermosura y tu pureza de virgen, reza y ven a confiarme lo que te ocurra
  • rubenaztecateranhar citeretsidste år
    ¡Santa!… Sólo tu nombre te dará dinero, ya lo creo; es mucho nombre ése…
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