apariencia era la de algo que no casaba con la luz clara y dorada del atardecer: oscura, sucia, nocturna. Jocelyn le había puesto un paño de cocina viejo en la cabeza para que no se le viera la cara
Dianela Villicaña Denahar citeretfor 2 år siden
había una mujer diminuta, encogida, flaca como un alfiler e inmóvil por completo
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Ya sabes que me pone los pelos de punta cuando nos mira así. Sé que es ciega, pero a veces me da la sensación de que eso da igual. —¿Cuánto rato lleva ahí? Porque acabo de verla en el pueblo. —Menos de veinte minutos. Apareció justo antes de que llegaras a casa