Matilde Pérez

  • Luz Mediehar citeretfor 2 år siden
    Hablando en términos generales, la Primera Ola del feminismo de los siglos xix y xx se centraba en la reforma de la vestimenta, el acceso a la educación, la igualdad política y, sobre todo, en el sufragio o derecho al voto. La Segunda Ola del feminismo, también conocida como «movimiento de las mujeres», arrancó en los años sesenta abordando un amplio abanico de cuestiones que iba desde la igualdad salarial, la liberación sexual, el lesbianismo y la libertad reproductiva, al reconocimiento del trabajo no remunerado que lleva a cabo la mujer en el hogar y la mejor representación de la mujer en los medios, pasando por la defensa propia y la prevención de la violación y la violencia de género. En los noventa se formó una Tercera Ola, en parte como respuesta a las limitaciones identificadas en las inflexiones más tempranas del feminismo y en parte para abordar cuestiones emergentes.
  • Luz Mediehar citeretfor 2 år siden
    Para reconciliar la relación entre las políticas transgénero y las feministas –para crear un transfeminismo– necesitamos únicamente reconocer que el modo en el que cada persona experimenta y entiende su identidad de género, su conciencia de ser un hombre o una mujer o algo que no encaja en ninguno de esos términos o mezcla ambos, es una cuestión personal muy idiosincrática relacionada con otros muchos atributos de nuestra vida. Es algo que antecede, o subyace en, nuestras acciones políticas y no es necesariamente en sí mismo un reflejo de nuestras creencias políticas. Abrazar una identidad transgénero no es ni radical ni reaccionario. Las personas no transgénero, al fin y al cabo, se consideran mujeres u hombres y nadie les pide que defiendan la corrección política de su «elección» ni piensa que su percepción de formar parte de un género de algún modo comprometa o invalide el resto de sus valores y compromisos. Ser transgénero es como ser gay: simplemente algunas personas son «así», aunque la mayoría no lo sean. Podemos tener curiosidad por saber por qué algunas personas son gay o transgénero y podemos elaborar todo tipo de teorías o contar historias interesantes sobre cómo se puede ser transgénero o gay, pero en última instancia debemos aceptar sencillamente que una fracción menor de la población (quizá incluyéndonos a nosotros y nosotras mismas) es «así» y ya está.
  • Luz Mediehar citeretfor 2 år siden
    Somos testigos, con demasiada frecuencia, de una cierta tendencia a interesarse por los derechos de los homosexuales siempre y cuando, de alguna manera, aparenten ser heterosexuales, sea cual sea su significado. A menudo se contempla con desprecio a la mujer masculina y al hombre afeminado.
  • Luz Mediehar citeretfor 2 år siden
    1968, Mario Martino, un transexual de mujer a hombre, fundó Labyrinth, la primera organización estadounidense dedicada exclusivamente a las necesidades de los hombres transgénero.
  • Luz Mediehar citeretfor 2 år siden
    Una de las primeras veces en las que la pancarta del colectivo STAR ondeó en público fue en una manifestación multitudinaria en contra de la represión policial organizada en 1970 por los Young Lords en East Harlem y en la cual STAR participó como colectivo. El hogar STAR duró tan solo dos o tres años y sirvió de inspiración para la creación de algunos refugios similares, que duraron muy poco, en otras ciudades, pero su legado aún perdura en la actualidad.
  • Luz Mediehar citeretfor 2 år siden
    la publicación de la revista Drag Queen (que más tarde pasó a llamarse simplemente Drag), que realizaba la mejor cobertura de las noticias y las políticas transgénero estadounidenses y ofrecía retratos fascinantes de la vida y el activismo trans fuera de las principales ciudades costeras.
  • Aniehar citeretfor 4 måneder siden
    nuestra supuesta formación profesional se limitaba a repetir y profesionalizar de forma errónea nuestra educación cultural previa.
  • Aniehar citeretfor 4 måneder siden
    Mari Nana-Ama Danquah, en Willow Weep for Me: A Black Woman’s Journey Through Depression (1999); Carol Hebald, con The Heart Too Long Suppressed (2001); Ruth Kline, con It Coulda Been Worse: Surviving a Lifetime of Abuse and Mental Illness (2003); Welcome, Silence: My Triumph Over Schizophrenia, de la psiquiatra Carol North (1987); Sickened: The Memoir of a Munchausen by Proxy Childhood, de Julie Gregory (2003); y Get Me Out of Here: My Recovery from Borderline Personality Disorder, de Rachel Reiland (2004).
  • Aniehar citeretfor 4 måneder siden
    Girl, Interrupted, de Susannah Kaysen (1993); A Bright Red Scream: Self-Mutilation and the Language of Pain, de Marilee Strong (1998); Skin Game. A Memoir, de Carolyn Kettlewell (2000); y Nación Prozac (1994)* y More, Now, Again: A Memoir of Addiction, de Elizabeth Wurtzel (2001).
  • Aniehar citeretfor 4 måneder siden
    Jill Johnston en Paper Daughter (1985), Kate Millett en Viaje al manicomio* (1990) y Shulie Firestone en Airless Spaces (1998), y la psiquiatra Kay Redfield Jamison en An Unquiet Mind: A Memoir of Moods and Madness (1995)
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