Cuenta la leyenda que hubo una guerra civil entre el norte y el sur de la isla, y que cuando ambos bandos se aproximaban para entrar en combate, se interpuso Bes —dios del baile, que da nombre a Ibiza—, que los interrumpió bailando, tras lo cual todos se fundieron en una danza colectiva que les hizo olvidar por completo lo que los había llevado allí