la República Popular de China, la República Socialista de Vietnam, etc. Y al hacerlo así se ha arraigado firmemente en un espacio territorial y social heredado del pasado prerrevolucionario. Por otra parte, el que la Unión Soviética comparta con el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte la rara distinción de ocultar la nacionalidad en su nombre sugiere que es tanto la legataria de los Estados dinásticos prenacionales del siglo XIX como la precursora de un orden internacionalista del siglo XXI.2