Íñigo Jáuregui Eguía

  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    —Qué valientes somos los mexicanos —dijo irónicamente—. ¡Matarnos así los unos a los otros!
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    Vi al general Ángeles con su desteñido jersey marrón, sin sombrero, mirando por la mirilla y ajustando el blanco. Villa espoleó a su alborotado caballo hacia la cureña.
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    capitán canadiense Treston dormía al raso con su batería de ametralladoras.
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    Verá, es que no sé este maldito idioma.
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    Hay muchas cosas que quiero preguntarle sobre su país. Si es verdad, por ejemplo, que en sus ciudades los hombres ya no usan para nada las piernas y no cabalgan por la calle, sino que se mueven en automóviles.
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    un día un hombre lo llamó «cuate» y le pegó un tiro sin que mi hermano le hubiera hecho nada. ¿Por qué a los suyos no les gustan los mexicanos?
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    ¡Toda esa matanza para nada!
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    Siempre que Pancho Villa aparecía en una batalla, los rivales habían empezado a creer que estaba perdida, y el efecto que esto tenía en los suyos también era clave.
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    Pero la mañana que entraron en Gómez Palacio se produjo un cambio curioso en la mente de los soldados.
  • Mauricio Coronelhar citeretfor 2 år siden
    Lo cierto es que todos se rapiñaban los unos a los otros,
fb2epub
Træk og slip dine filer (ikke mere end 5 ad gangen)