es

Cesar Aira

  • Josué Osbournehar citeretfor 8 måneder siden
    El olvido es más rico, más libre, más poderoso… Y en la raíz de esta idea onírica debió de haber algo de eso, porque esas profecías en serie, tan sospechosas, desprovistas de contenido como están, parecen ir a parar todas a un vértice de disolución, de olvido, de realidad pura.
  • Rafael Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Habrá pensado que lo hacía por mi bien. No se le ocurrió que estar tres meses atrasada, los tres primeros meses, en primer grado, era excesivo hasta para mí. En fin. Hay que perdonar, y yo he perdonado
  • Rafael Ramoshar citeretfor 2 år siden
    El drama empezó después... ¿Por qué será que el drama siempre empieza después de comenzado? La comedia, en cambio, parece empezar antes, antes del comienzo inclusive. Pero después las perspectivas se invierten...
  • Rafael Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Yo era distraída a un grado difícil de concebir. Era distraída no porque me faltara inteligencia, sino porque no me importaban las cosas. La paradoja aquí era inmensa: porque a mí todo me importaba, todo me era montañas, ése era mi problema más que ningún otro... Era como si me faltara interés, pero yo sabía que era lo contrario
  • Rafael Ramoshar citeretfor 2 år siden
    El otro se largó a llorar a gritos. Le había dado ese hipo de llanto... ¡Si lo conocería yo! La maestra pedía explicaciones a los gritos pero él no podía hablar. Era como si la pelea todavía persistiera en su corazón. Tan patético resultaba que la maestra lo abrazó y lo apretó contra su pecho. Adivinaba la explicación, que efectivamente salió entre sollozos turbulentos: “me insultó a la madre”. Ella lo calmaba, lo apretaba... Es que esa clase de maestras, las bravas, podían entender eso, después de todo era el mismo mundo en que vivían ellas
  • Rafael Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Pero mi magia empezó actuando sobre mí: una ensoñación melancólica transportó de pronto mi alma a una región muy lejana. ¿Por qué yo no tenía muñecas? ¿Por qué era la única niña del mundo que no tenía una sola muñeca? Tenía un papá preso... y no tenía una muñeca que me hiciera compañía. Nunca la había tenido, y no sabía por qué. No por pobreza o avaricia de mis padres (eso nunca es obstáculo para un niño), sino por otra razón misteriosa... Dentro del misterio, empero, la pobreza era una razón. Y ahora lo iba a ser más. Ahora íbamos a ser pobres de verdad, mamá y yo, abandonadas, solas. Por eso mismo, la muñeca se me presentó como un deseo agudo, doloroso. Con mi habitual estilo dramático, me dejé invadir por un discurso nostálgico, lleno de variaciones. La muñeca había desaparecido para siempre, antes de que yo aprendiera las palabras con las que pedirla, y dejaba un hueco aspirante en el centro de mis frases... Me vi como una muñeca perdida, arrumbada, sin niña...
  • Rafael Ramoshar citeretfor 2 år siden
    La actitud de mis padres para conmigo tenía siempre el fondo de “esta vez has ido demasiado lejos”. Nunca era de “has vuelto desde demasiado lejos”, seguramente porque de ahí no se volvía.
  • Rafael Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Todos los hombres presos eran mi papá. Y yo lo amaba. Si antes, al estar en sus brazos, al ir de su mano, había creído amarlo, ahora sabía que el amor era más, mucho más, que eso. Había que ser el ángel de la guarda de todos los hombres desesperados para saber qué era el amor.
  • Rafael Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Hay que tener en cuenta que la desgracia nos había golpeado inmediatamente después de nuestro traslado a Rosario, donde no teníamos parientes ni amistades. Las circunstancias fueron poco propicias a hacer estas últimas, de modo que mamá estaba sola de toda soledad... Estaba yo, claro, pero yo, aun siendo todo, era muy poco.
  • Rafael Ramoshar citeretfor 2 år siden
    Yo me arrojaba como un vampiro sobre la ilusión: vivía de la sangre del paraíso fantasmal.
fb2epub
Træk og slip dine filer (ikke mere end 5 ad gangen)