Carolina del Olmo

  • Nathalyhar citeretsidste år
    Tal vez no sea el primer paso de una revolución, pero sí es, al menos, un movimiento de resistencia.
  • Luhanahar citeretsidste år
    El problema es una sociedad cuyas exigencias son radicalmente incompatibles con las necesidades de los bebés y también con las de quienes cuidan de ellos.
  • Nathalyhar citeretfor 2 år siden
    artículo tenía infinidad de comentarios. Algunas madres contaban cómo había sido la revelación en carne propia. Otras decían que a ellas sí se lo habían advertido. Lo curioso es que entre la montaña de alusiones al carrusel hormonal, a maridos poco colaboradores, a la necesidad de darnos un tiempo para hacernos a la nueva situación, etc., no había ni una palabra sobre la posibilidad de que un entorno más propicio de cooperación y compañía pudiera mitigar esos sufrimientos, quizá hasta el punto de hacerlos desaparecer.
  • Nathalyhar citeretfor 2 år siden
    Acostumbrarse a convivir con alguien que te necesita tantísimo no tiene por qué ser fácil, por mucho amor que haya.
  • Nathalyhar citeretfor 2 år siden
    Olivia, amiga de una buena amiga, comentaba: «cuando tuve a Ramón sentí como si todo el mundo hubiera estado conspirando a mis espaldas para no contarme lo que realmente suponía todo esto. Llegué a pensar que era la mujer más débil del mundo».
  • Nathalyhar citeretfor 2 år siden
    Hasta en los vecindarios urbanos más acomodados y poco cohesionados, las mujeres que cuidaban a sus hijos tenían, al menos, la oportunidad de encontrarse en los parques y compartir experiencias antes de que la gran mayoría se incorporara al mercado laboral.
  • Nathalyhar citeretfor 2 år siden
    os vínculos sociales intensos propios de las sociedades antiguas no solo oprimían, también constituían la base de distintos tipos de fraternidad y proporcionaban experiencias compartidas que ofrecían una especie de red de seguridad ante las contingencias de la vida, ya fuera la enfermedad o una mala cosecha.
  • Nathalyhar citeretfor 2 år siden
    s más propios de nuestra cultura. De un lado, añoramos una vida social densa, basada en relaciones estables cargadas de componente afectivo y en la que la gente se sentía protegida por su comunidad.
  • Nathalyhar citeretfor 2 år siden
    torbellino social, como llamó Jean Jacques Rousseau a este conflicto intrínseco a nuestra forma de vida, aumenta al ritmo de la urbanización del mundo: en los países desarrollados cerca de un 80% de la población vive en ciudades y más de la mitad de la población mundial reside ya en entornos urbanos. Nuestros hijos crecen en un planeta con una atmósfera social más enrarecida que nuestros padres, que a su vez tuvieron menos redes sociales que sus abuelos…
  • Nathalyhar citeretfor 2 år siden
    hogar antiguo era un sitio mucho más abigarrado, donde, por así decirlo, las gallinas ponían sus huevos en el mismo lugar en el que las mujeres parían, los niños jugaban y los ancianos morían
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