La ciencia se encuentra ahora ante la tarea de elaborar lo que el arte ya había anteriormente solucionado. Por ejemplo, el tema del infinito, que había sido resuelto geométricamente en el «horizonte» de la perspectiva, se convierte de inmediato, sobre todo con la figura de un arquitecto-geómetra, Desargues, en asunto de la geometría proyectiva, esto es, del estudio de las transformaciones de las formas.