Belén Santana

Si me hubiese convertido en una intelectual, me habría permitido el lujo de reflexionar sobre cosas inexistentes.

Peor sería que la muerte nos separase, y ese no es el caso. No es la muerte, sino la vida lo que nos separa. Me alegro mucho de que hayamos llegado tan lejos.

Escribir: una actividad inquietante. Al mirar fijamente la frase que acababa de apuntar sentí un mareo. ¿Dónde estoy? He entrado en mi propia historia y he desaparecido de aquí. Para regresar, aparté la mirada del manuscrito y dejé que avanzase hacia la ventana hasta que por fin volví aquí, al presente. Pero ¿dónde es aquí y cuándo es ahora?