por todo, todo esto lo conoce, todo esto es su lugar en el mundo, es suyo, todo, las cuestas, los cobertizos, las piedras de la orilla, y entonces le embarga la sensación de que nunca volverá a ver todo esto igual, a pesar de que permanecerá en su interior, como lo que él es, como un sonido, pues sí, casi como un sonido en su interior, piensa Johannes, y se lleva las manos a los ojos y se frota los ojos y ve que todo desprende un brillo, el cielo a lo lejos, cada pared, cada piedra, cada barco desprende un brillo que lo alcanza, y ya no entiende nada, porque hoy nada está como de costumbre, algo tiene que haber ocurrido, pero ¿qué?