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Anna Starobinets

  • Alejandra Espinohar citeretfor 2 år siden
    Ella era diez años mayor que él, y su madre, treinta, y ambas sabían muy bien como manejar a un chaval de veinte años y nariz larga
  • Alejandra Espinohar citeretfor 2 år siden
    El director financiero era algo parecido a un mago. Cuanto menos, un aspecto mágico sí que tenía: siempre conseguía financiación.
  • Alejandra Espinohar citeretfor 2 år siden
    Seguramente, el doctor Zuckerbaum no era un gran cardiólogo. Pero tenía un gran corazón. Por culpa de la segunda característica, solía casarse con sus pacientes, damas cansadas de mediana edad con insuficiencias cardíacas. Y por culpa de la primera característica, solía perderlas, y cada vez que eso sucedía lo pasaba muy mal.
  • Alejandra Espinohar citeretfor 2 år siden
    Cada pueblo le daba un nombre distinto. Cambió de nombre muchas, muchísimas veces. Y tanto tiempo viajó que ya no podía recordar quién había sido al principio ni quién fue después, ni si estaba vivo o muerto, ni qué era lo que lo mantenía aferrado a este mundo tedioso
  • Daniela Castillohar citeretsidste år
    Narrar el inconsciente requiere dos pares de guantes, los de cirujano y los de basurero.
  • Daniela Castillohar citeretsidste år
    Las plantas proporcionan refugio y alimento a las hormigas, y estas, a su vez, limpian el tronco de parásitos y las protegen, pues se comportan como sustitutos vivos de las espinas.
  • Daniela Castillohar citeretsidste år
    Salgo de la fábrica y pienso que lo más probable es que nunca más vuelva a ver al gerente. Cosa de la que me alegro. Porque sabe muchísimo de mí. Si en lugar de ir a la fábrica todos los días de este mes hubiera ido a la iglesia a confesarme, el sacerdote no sabría tanto de mi vida como él.
  • Daniela Castillohar citeretsidste år
    Deduciendo lógica e inconscientemente que correr con las propias piernas era una forma de moverse mucho más lenta que conducir a la velocidad mínima de sesenta kilómetros por hora.
    Pero el problema era que no podían conducir a ningún sitio. Estaban completamente impotentes en sus coches absurdamente potentes.
  • Daniela Castillohar citeretsidste år
    Esperé a que el nudo de espinas palpitantes que tenía atascado en la garganta volviera a deslizarse hacia abajo, adentro, hacia la izquierda, para poder respirar con libertad.
  • Daniela Castillohar citeretsidste år
    He sido yo quien lo ha hecho tal como es. Quería que todo fuera como antes. La voz, la manera de andar, los gestos. Los gustos, las pasiones, los recuerdos. Las costumbres, las palabras, las reacciones. Incluso sus cinco dioptrías y su mala coordinación de movimientos. Incluso las migas que quedaban alrededor de su silla de la cocina. Incluso el tonto apelativo «cielito» con el que me llamaba. Todo, todo.
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