Josemaría Escrivá de Balaguer

  • Juan Carlos Oyuelahar citeretfor 2 år siden
    Tú y yo no podemos decir nada: ahora ya sabemos por qué pesa tanto la Cruz de Jesús. Y lloramos nuestras miserias y también la ingratitud tremenda del corazón humano.
  • Juan Carlos Oyuelahar citeretfor 2 år siden
    ¿No es verdad que en cuanto dejas de tener miedo a la Cruz, a eso que la gente llama cruz, cuando pones tu voluntad en aceptar la Voluntad divina, eres feliz, y se pasan todas las preocupaciones, los sufrimientos físicos o morales?

    Es verdaderamente suave y amable la Cruz de Jesús. Ahí no cuentan las penas; sólo la alegría de saberse corredentores con El.
  • Juan Carlos Oyuelahar citeretfor 2 år siden
    A veces la Cruz aparece sin buscarla: es Cristo que pregunta por nosotros. Y si acaso ante esa Cruz inesperada, y tal vez por eso más oscura, el corazón mostrara repugnancia… no le des consuelos. Y, lleno de una noble compasión, cuando los pida, dile despacio, como en confidencia: corazón, ¡corazón en la Cruz!, ¡corazón en la Cruz!
  • Juan Carlos Oyuelahar citeretfor 2 år siden
    Señor, que yo me decida a arrancar, mediante la penitencia, la triste careta que me he forjado con mis miserias… Entonces, sólo entonces, por el camino de la contemplación y de la expiación, mi vida irá copiando fielmente los rasgos de tu vida. Nos iremos pareciendo más y más a Ti.

    Seremos otros Cristos, el mismo Cristo, ipse Christus.
  • Juan Carlos Oyuelahar citeretfor 2 år siden
    ¡Dios mío!, que odie el pecado, y me una a Ti, abrazándome a la Santa Cruz, para cumplir a mi vez tu Voluntad amabilísima…, desnudo de todo afecto terreno, sin más miras que tu gloria…, generosamente, no reservándome nada, ofreciéndome contigo en perfecto holocausto.
  • Juan Carlos Oyuelahar citeretfor 2 år siden
    Para llegar a Dios, Cristo es el camino; pero Cristo está en la Cruz, y para subir a la Cruz hay que tener el corazón libre, desasido de las cosas de la tierra.
  • Juan Carlos Oyuelahar citeretfor 2 år siden
    Ama el sacrificio, que es fuente de vida interior. Ama la Cruz, que es altar del sacrificio. Ama el dolor, hasta beber, como Cristo, las heces del cáliz.
  • Juan Carlos Oyuelahar citeretfor 2 år siden
    Hemos de hacer vida nuestra la vida y la muerte de Cristo. Morir por la mortificación y la penitencia, para que Cristo viva en nosotros por el Amor. Y seguir entonces los pasos de Cristo, con afán de corredimir a todas las almas.

    Dar la vida por los demás. Sólo así se vive la vida de Jesucristo y nos hacemos una misma cosa con El.
  • Juan Carlos Oyuelahar citeretfor 2 år siden
    No des un paso atrás: tu vida va a consistir en hacer dulce el sufrimiento. ¡Para eso eres discípulo del Maestro! El mayor enemigo eres tú mismo, porque tu carne es flaca y terrena y tú has de ser fuerte y celestial.
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