Estas enzimas asociadas a las CRISPR (Cas) habilitan al sistema para cortar y pegar los nuevos recuerdos de los virus que puedan atacar a la bacteria. Además, generan unos segmentos cortos de ARN, conocidos como ARN de las CRISPR o ARNcr, que tienen la capacidad de guiar a una enzima que actúa como tijera hacia cualquier virus peligroso y cortar el material genético de este. Y ¡abracadabra!