“interpretación” o “descripción densa” reconoce los “marcos de interpretación” dentro de los cuales los actores clasifican el comportamiento y le atribuyen sentido, como cuando a aquel movimiento ocular se lo llama “guiño” y se lo interpreta como gesto de complicidad, aproximación sexual, seña en un juego de naipes, etc. (Geertz, 1973). El investigador debe, pues, aprehender las estructuras conceptuales con que la gente actúa y hace inteligible su conducta y la de los demás.