María Fernanda Cabas Manjarrés

la palabra inteligencia proviene del latín intelligentĭa, teniendo distintas acepciones, entre ellas la facultad de razonar o entender, la resolución de dilemas,

El aporte más valioso de esta teoría fue ampliar la discusión más allá de la importancia de que exista una sola inteligencia y lo funcional que puede ser para los seres humanos el desplegar capacidades con el objeto de resolver problemas de manera creativa, sin que necesariamente intermedien habilidades lógico-matemáticas o verbales; todo esto anudado al valor que da Gardner a la cultura

competencia intelectual humana, la

la adquisición de nuevo conocimiento, es decir, es una capacidad que permite la resolución de problemas o elaborar bienes que tengan valor para la sociedad. Para el autor, la inteligencia no puede ser estudiada desde una perspectiva evaluativa

dos hipótesis: la primera se asocia a la característica de los seres humanos de tener las mismas capacidades e intereses, y la segunda considera que no es posible que todos puedan aprender sobre todo lo que hay que aprender.