la domesticación significa la anulación de la voluntad. El ser domesticado acepta lo que hay, y la desobediencia implica el castigo. En este sentido, los nuevos centros de enseñanza de orientación personalizada –que llamamos centros de entrenamiento–, donde los profesores se transformaron en guías, y el alumnado tiene que saber quién es para descubrir sus talentos, domestican. La lógica del pensamiento positivo, del desarrollo personal, a fuerza de repetirse una y otra vez lo que quiere, un día lo consigue.