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Nikolai Leskov

  • Ann Lophar citeretfor 8 måneder siden
    Menudo canalla inconstante, ¡el más inconstante de los inconstantes!
  • Emanuel Valeriohar citeretsidste år
    se diría que Leskov quisiera demostrar cómo, en ocasiones, el rencor puede volvernos más miserables y mezquinos que la estupidez.
  • Emanuel Valeriohar citeretsidste år
    Esos pequeños grandes personajes, esos alegres mártires por su amor, se cuentan entre las mejores gentes de nuestro país, tan rico en «caballeros por una hora» y tan vergonzosamente pobre en héroes para toda la vida. Es posible que sentirse orgulloso de esa clase de individuos sea, en el fondo, algo triste, pero, en cualquier caso, se trata de gente de la que se puede decir: han sometido a la fiera que habita en ellos. Y uno de los grandes méritos de Leskov consistió en que fue capaz de comprender a la perfección a esa clase de personas y las retrató de manera magistral.
  • Emanuel Valeriohar citeretsidste år
    Amaba a la vieja Rusia, en su integridad, tal como era, con todos los absurdos de su arcaico modo de vida; amaba a su pueblo maltratado por los burócratas, mal alimentado y medio borracho, y lo consideraba, con toda sinceridad, perfectamente «capaz de cualquier virtud». Pero su amor no le llevaba a cerrar los ojos; era un amor atormentado, de los que reclaman todas las energías del corazón y no dan nada a cambio. En el alma de este individuo se unían de un modo insólito la confianza y la duda, el idealismo y el escepticismo.
  • Emanuel Valeriohar citeretsidste år
    era un amor atormentado, de los que reclaman todas las energías del corazón y no dan nada a cambio.
  • Emanuel Valeriohar citeretsidste år
    –Pero, de todos modos, será usted religioso, ¿no es así?

    –Bueno... sí; al menos, me tienen por tal.
  • Emanuel Valeriohar citeretsidste år
    –Y ¿cuál diría usted que es su vocación?

    –La verdad, no sabría qué decirle... Me han pasado tantas cosas, me ha tocado tantas veces montar a caballo y apearme del caballo, he estado en cautividad, he entrado en combate, he tenido que luchar con muchos hombres, y hasta me han lisiado de una manera que no creo que muchos lo hubieran soportado.
  • Emanuel Valeriohar citeretsidste år
    »–Tonterías –dijo–, ¿acaso no eres ruso? Pues un ruso siempre sabe arreglárselas.
  • Emanuel Valeriohar citeretsidste år
    »–Porque nuestros príncipes –le dije– son pusilánimes y carecen de hombría, y su fuerza es ridícula.
  • Emanuel Valeriohar citeretsidste år
    –Una voluntad ajena actuaba en mí, y en mí se cumplió el destino de otra persona.
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