Depende… En las casadas, actuales o ex, son quejas de agobio, de falta de colaboración y diálogo. Y a veces, de falta de romanticismo. Y, como tú, de la rutina sexual. En las solteras y las separadas hay definitivamente un resentimiento enorme por no ser conocidas… o reconocidas, y por ser tratadas como un rebaño. Rebaño al que los hombres llaman «minas disponibles». Suponen también que todas mentimos, que todas somos brujas. Y que si expresamos una necesidad, nos estamos quejando. Todas, en el fondo, lo único que queremos es emparejarnos o casarnos… según ustedes.