No soy de tener amigas, la verdad es que generalmente prefiero relacionarme con hombres y no sólo porque me gusten sino porque las mujeres siempre me han parecido competitivas. Eso me aburre. Las hay que todo lo que miran cobra valor en relación con ellas mismas: la ropa que una usa, los kilos de más, los piropos en la calle, todo. Piensas que es tu amiga y está mirando lo que te sucede, cuando en realidad está mirando lo que no le sucede a ella. ¡Qué aburrimiento! Luego existen las que siempre están mal, que llevan inscrito en cada poro lo de la costilla y el sexo débil. Esta especie se aferra a ti como a una igual, parte de la tribu, y el problema es que no soportan, no por maldad sino porque es más fuerte que ellas, pero simplemente no soportan que la otra (yo, por ejemplo) esté bien y entonces dejas de ser un punto de referencia, parte de la tribu, para convertirte en algo que hay que hostigar todo el tiempo.