Miradme. Hoy he dejado de ser esa mujer que dio un portazo y decidió descubrir que el mundo también le pertenece, para darse cuenta de lo vulnerables que somos las féminas en este universo de hombres. Por mucho que ansiemos nuestra libertad, debemos trabajar aún a raudales para conseguirla. El riesgo de que nos violen y nos maten, la mayoría de las veces impunemente, es una lacra con la que tenemos que convivir a diario las mujeres, nos guste o no.