Me sentía siempre solo y no lograba soportar la soledad; me refugiaba en la compañía de los otros, pero esos otros no eran jamás amigos verdaderos, sino siempre «los otros»
Fernando Bravohar citeretfor 2 år siden
la pena de uno de nosotros tenía una razón, mientras que la del otro no tenía ninguna.
Fernando Bravohar citeretfor 2 år siden
Así, mi originalidad se acercaba a lo enfermizo, a lo doloroso, a lo anormal.
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