Se refiere a una violación, pensó ella. Violación. ¿Pero a quién se le podría ocurrir violarme si estoy embarazada? Claro que nadie lo sabía, ni siquiera Harold. Y aunque lo proclamaras, aunque le dijeras al violador en potencia: «Tenga la gentileza de no hacerme eso porque estoy embarazada», ¿sería razonable esperar que él contestara: «Caray, señora, lo siento mucho. Iré a violar a otra chica»?