En 1999, Damimi, una elefanta en cautividad de setenta y dos años, «murió de pena» después de que su joven amiga elefanta falleciese al dar a luz. Según la BBC, «los empleados del zoo dijeron que derramó lágrimas sobre el cuerpo de su amiga y luego permaneció inmóvil en su cercado durante días».19 Finalmente murió de inanición.