Sublime significa también apertura hacia una subjetividad portadora de irracionalidad: en estos años cambia, por ejemplo, la idea de lo monstruoso. Antes lo monstruoso era contra natura, aparecía allí donde sucedía algo que había desviado el curso de la naturaleza; ahora, en cambio, tenía su origen en el interior de los mismos procesos naturales, dentro de su dinámica.