Día 9
Ella me toma de la mano,
Ella me toca con la mano,
me retira el uniforme de la piel,
me promete dos o tres experiencias inmediatas,
me echa a la calle con la pancarta de un comercio,
me tilda de oportuna, me lava, me limpia,
me coloca en su granja introspectiva,
las cabras muy adentro subiendo una colina
con sus pezuñas en mi cabeza,
tirando los guijarros hacia el valle
donde Ella me lanza requiebros,
la mandolina de una ceremonia en sus costillas,
me reclama pasiva:
únicamente te quiero para mí.