«Puedes fingirte cobarde y no serlo, puedes fingirte torpe y no serlo. Lo único importante es la victoria final. Da igual que te llamen cobarde. No entres en combate hasta que creas que puedes ganar. Luego, pasado el tiempo, sólo se recuerda eso: al ganador. Todo lo que pasó antes queda borrado. Recuérdalo, muchacho, y no vuelvas a pelear si no puedes ganar».