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Walter Tevis

  • martehar citeretfor 2 år siden
    Hay veces en que se nos aparecen ustedes como monos sueltos en un museo, portando cuchillos, rasgando las telas, rompiendo las esculturas con martillos.

    Bryce permaneció silencioso unos instantes. Luego dijo:

    —Pero fueron seres humanos los que pintaron los cuadros, hicieron las estatuas.

    —Solo unos cuantos seres humanos —dijo Newton—. Solo unos cuantos. —Bruscamente, se levantó de la cama y añadió—: Creo que ya he visto lo suficiente de Chicago. ¿Le gustaría regresar a casa?
  • martehar citeretfor 2 år siden
    Bryce, abrumado por la extraña manera de hablar de Newton, encontró difícil seguir mirándole a la cara, de modo que inclinó la cabeza.

    —¿No puede usted terminar la nave?

    —¿Cree que me lo permitirían?

    —Con todo su dinero…

    —¿Cree que yo lo deseo?

    Bryce alzó la mirada.

    —Bueno, ¿lo desea usted?

    —No. —Luego, súbitamente, el rostro de Newton recobró su antigua apariencia, más serena, más humana—. Oh, sí, supongo que lo deseo, Nathan. Pero no lo suficiente. No lo suficiente.

    —Entonces, ¿qué pasa con su propio pueblo? ¿Con su familia?

    Newton volvió a sonreír misteriosamente.

    —Imagino que todos morirán. Pero probablemente le sobrevivan a usted.

    Bryce quedó sorprendido ante sus propias palabras.

    —¿Destruyeron su mente cuando quemaron sus ojos, señor Newton?

    La expresión de Newton no se alteró.

    —Usted no sabe absolutamente nada acerca de mi mente, Nathan. Eso se debe a que es usted un ser humano.

    —Ha cambiado, señor Newton.

    Newton rio suavemente.

    —¿En qué, Nathan? ¿He cambiado en algo nuevo, o he regresado a algo viejo?

    Bryce no supo que contestar a esto, y permaneció silencioso. Newton se sirvió otro pequeño trago y dejó el vaso sobre la mesa. Luego dijo:

    —Este mundo está tan condenado como Sodoma, y yo no puedo hacer nada por arreglarlo. —Vaciló—. Sí, una parte de mi mente está destruida.

    Bryce, tratando de protestar, dijo:

    —La nave…

    —La nave es inútil. Tenía que haber sido terminada a tiempo, y ahora no disponemos de tiempo suficiente. Nuestros planetas no se acercarán lo necesario el uno al otro hasta dentro de siete años. Se están separando ya. Y los Estados Unidos nunca me permitirían construirla. Y si la construyera, nunca me permitirán lanzarla al espacio. Y si la lanzara al espacio, detendrían a los antheanos que vinieran en ella. Y probablemente les cegarían. Y destruirían sus mentes…

    Bryce terminó su bebida.

    —Usted dijo que tenía un arma.

    —Sí, lo dije. Estaba mintiendo. No tengo ningún arma.

    —¿Por qué tenía que mentir…?

    Newton se inclinó hacia adelante, apoyando cuidadosamente sus codos sobre la mesa.

    —Nathan, Nathan. Entonces tenía miedo de usted. Tengo miedo ahora. He tenido miedo a todo en cada momento que he pasado en este planeta, en este monstruoso, bello y aterrador planeta, con todos sus extraños animales y su agua abundante, y todos sus seres humanos. Tengo miedo ahora. Tendré miedo hasta que me muera.

    Hizo una pausa, y al ver que Bryce no decía nada continuó:

    —Nathan, piense en lo que representa
  • martehar citeretfor 2 år siden
    WALTER STONE TEVIS
  • Candela Giselle Hernandezhar citeretsidste år
    Para que las torres sean quemadas

    y los hombres recuerden ese rostro,

    muévete lo más suavemente posible, si moverte debes

    en este solitario lugar.

    Ella piensa, en parte mujer, tres partes niña,

    que nadie la mira; sus pies

    ensayan un paso de baile

    aprendido en la calle.

    Como una mosca de largas patas sobre el río

    su mente se mueve en el silencio.
  • Marisahar citeretsidste år
    Quería jugar y ganar. Quería ganar más de lo que jamás había querido nada
  • Marisahar citeretsidste år
    Por primera vez en su vida le gustó lo que veía en el espejo.
  • Marisahar citeretsidste år
    No hay ni rastro de la ética protestante en México. Todos son católicos, y viven el presente.
  • Marisahar citeretsidste år
    Ya era hora de que lo ganara una mujer. Ya era hora de que lo ganara ella.
  • Marisahar citeretsidste år
    Al infierno con ella; no sería un mundo de hombres cuando terminara con él.
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