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Nikos Kazantzakis

  • R Güemeshar citeretfor 7 måneder siden
    instinto creativo, cada mañana renovado, de mirarlo siempre todo como si fuese por primera vez
  • R Güemeshar citeretfor 7 måneder siden
    era capaz de derribar, y derribaba, todas las barreras—moral, religión, patria—que ha erigido el hombre desdichado y miedoso, para transitar sin muchos daños por su mísera vida
  • Rubén Carrillo Ruizhar citeretsidste måned
    Porque él tenía lo que un escritorzuelo necesita para salvarse: la mirada primigenia que, de un flechazo, atrapa su presa en vuelo; el instinto creativo, cada mañana renovado, de mirarlo siempre todo como si fuese por primera vez, devolviendo la virginidad a los elementos eternos—viento, mar, fuego, mujer, pan—de nuestra vida cotidiana. Poseía la firmeza en la mano, la frescura del corazón, la audacia de burlarse de su propia alma, como si dentro de sí tuviera una fuerza superior a ella. Y, finalmente, su risa salvaje y cristalina brotaba de un pozo profundo, más hondo que las entrañas del hombre; estallaba liberadora desde el pecho ya viejo de Zorba, estallaba en los momentos cruciales y era capaz de derribar, y derribaba, todas las barreras—moral, religión, patria—que ha erigido el hombre desdichado y miedoso, para transitar sin muchos daños por su mísera vida.
  • Rubén Carrillo Ruizhar citeretsidste måned
    que me sacara también de encima el cómodo caparazón de la sensatez y la rutina,
  • Rubén Carrillo Ruizhar citeretsidste måned
    Muchas veces me he avergonzado de mi vida, porque me he dado cuenta de que mi alma no osaba acometer lo que la suprema locura—la esencia de la vida—me pedía que hiciera; pero nunca me avergoncé de mi alma tanto como frente a Zorba.
  • Rubén Carrillo Ruizhar citeretsidste måned
    Un día, en Berlín, recibí un telegrama: «Di con bellísima piedra verde, ven cuanto antes. Zorba».
    Era la época de la gran hambruna en Alemania. El marco se había devaluado tanto que para hacer un pequeño pago transportabas los millones en un hato; y cuando ibas a un restorán y comías, tenías que desanudar tu pañuelo, repleto de billetes, y vaciarlo sobre la mesa para pagar; y llegaron días en los que se necesitaban diez billones para una estampilla.
  • Rubén Carrillo Ruizhar citeretsidste måned
    No quieras encontrar la ortografía en las nalgas de la molinera. Las nalgas de la moli
  • Rubén Carrillo Ruizhar citeretsidste måned
    molinera son la mente del hombre.
  • Rubén Carrillo Ruizhar citeretsidste måned
    moneda.
    —¿Cómo te llamas?
    —Alexis Zorba. Pero también me dicen Telégrafo, para picarme, porque soy largo largo como un perchero y tengo el coco de hogaza. ¡Lo que no dirán! También me apodan el Tostatosti, porque alguna vez vendí semillas de calabaza tostadas. Me llaman Peronóspora,8 porque adondequiera que voy, eso dicen, lo vuelvo todo cenizas y tolvanera. Tengo más apodos, pero ya será otra vez…
  • Rubén Carrillo Ruizhar citeretsidste måned
    Este obrero me aclaraba qué es el arte, el amor por la belleza, la inocencia y la pasión, con las palabras más sencillas y humanas.
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