La pregunta que inquiere y no la que busca una respuesta. Una pregunta con respuesta nos calma. Una respuesta que aun puede ser abierta con una nueva pregunta nos moviliza. Y si cada nueva respuesta puede a su vez ser abierta, alcanzamos lo abierto. Lo abierto angustia. Lo cerrado angustia. Todo angustia. El todo angustia. La nada angustia…